A 3,5 kilómetros del casco urbano de Novelda y junto al Castillo de la Mola, se alza majestuoso el Santuario de Santa María Magdalena, una de las joyas arquitectónicas del modernismo local, dónde se custodia la imagen de la Santa homónima, como Patrona de la Ciudad.
Edificio religioso de titularidad municipal construido durante la primera mitad del siglo XX (1918-1946), en sustitución de una pequeña ermita bajomedieval, demolida a principios de los años 50 del pasado siglo, tras perder su funcionalidad con la apertura al culto del nuevo Santuario.
Su construcción fue promovida por dos condicionantes que coincidirán en el tiempo, al aprovechar por un lado el grave deterioro que sufría la antigua ermita, donde se custodiaba tradicionalmente la imagen de Santa María Magdalena, y amparar la idea en el creciente fervor popular que estaba surgiendo, sobre todo entre las clases sociales más pudientes de la localidad, de dotar a la Santa de un “hogar” más digno y amplio.
Así, el 21 de junio de 1916, la comisión constituida ex profeso para las obras, encomendó el proyecto al ingeniero industrial José Sala Sala, natural de Novelda, aunque residente por aquellos años en Tarrasa (Barcelona), en pleno foco del modernismo catalán, y de ahí el innovador diseño que exportará hasta su localidad natal, de clara influencia gaudiana y con numerosas similitudes con el templo expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona.
La planta del Santuario, de forma trapezoidal irregular, simboliza el jarro de ungüento con el que la Magdalena ungió los pies y la cabeza de Jesucristo, con una única nave, en cuyo crucero se alza el altar mayor en el que se integra el camarín donde se aloja la imagen de la Santa, una talla de origen barroco. En su interior destacan obras pictóricas de autores como Gastón Castelló y Carmelo Castellano Ibáñez.
La fachada principal, jalonada por dos torres tubulares, centra gran parte del interés arquitectónico y monumental del edificio, abriéndose entre ambas un pórtico tripartito, en cuyos tímpanos se representan escenas de la vida de Santa María Magdalena, con arcos apuntados sobre cada uno de ellos, rematados con una esfera y cruz de cuatro brazos de piedra.
En conjunto, la fachada externa es visualmente muy atractiva para el espectador, combinando en ella la roca natural con elementos constructivos y decorativos propios del modernismo y característicos, por extensión, de la arquitectura de Gaudí, como son los cantos rodados, el ladrillo y la azulejería, contrastando completamente con la sobriedad que guarda el inmueble al interior.
Las obras, iniciadas en 1918, se retrasaron casi 30 años por distintos motivos económicos, sociales y políticos, modificándose durante todo este tiempo el proyecto inicial, hasta su conclusión en 1946 por parte del arquitecto Patricio Payá Belda.
Desde el año 2007, el Santuario de Santa Mª Magdalena, junto a otros tantos edificios de nuestra localidad, forma parte de la Ruta Modernista Europea.
Si te interesa, en los siguientes enlaces tienes a disposición, en PDF, un díptico informativo sobre el Santuario de Sta. Mª Magdalena:
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